Investigación

Nuestros descubrimientos

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Dieta, Entornos Alimentarios y Políticas Públicas en Nutrición

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  • Los alimentos ultra-procesados, conocidos por ser “altos en” azúcar, sodio, grasas saturadas y calorías, son la principal fuente de calorías de los y las participantes de la cohorte FECHIC, aportando con casi la mitad de lo que consumen en un día. Este tipo de alimentación está relacionado con una baja variedad de nutrientes, vitaminas y minerales, lo que podría afectar la salud de los niños y niñas a lo largo de su vida. Es por esto que, mejorar la alimentación en la infancia, debería considerar no solo promover el consumo de alimentos más saludables como frutas y verduras, sino que también limitar el consumo de alimentos ultra-procesados. (Fuente).

 

  • En un estudio que buscó evaluar el impacto de la Ley de Etiquetado y Publicidad de los Alimentos en las conductas de compra de los hogares, mostró que las compras de bebidas con sellos “altos en”, disminuyeron significativamente tras su implementación. Esto es una señal de que la implementación de sellos de advertencia efectivamente está modificando el modo en que las personas eligen sus alimentos y bebidas, mostrando una preferencia por aquellos sin sellos. (Fuente).

 

  • En un estudio que evaluó el cambio en la composición de los alimentos luego de la implementación de la Ley de Etiquetado y Publicidad de los Alimentos, mostró que la industria alimentaria efectivamente modificó la composición de sus productos para evitar los sellos “altos en”. Este cambio se vio reflejado en una reducción significativa de azúcar y sodio en cereales para el desayuno, lácteos, quesos, embutidos, entre otros. (Fuente).

 

  • El impacto de la Ley de Etiquetado y Publicidad de los Alimentos en la reformulación de productos que disminuyeron su contenido de azúcar, implicó también un aumento en el contenido de edulcorantes no calóricos o endulzantes. En el caso de la cohorte FECHIC, los y las participantes reportaron un 20% más en el consumo de endulzantes como la stevia y la sucralosa, provenientes principalmente de jugos y lácteos industrializados. (Fuente).

Ventanas Críticas del Desarrollo: Materno-Infantil

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  • El consumo de suplementos prenatales son considerados como relevantes para la salud de la madre y del feto, es por esto que es relevante estimar el cumplimiento de las dosis recomendadas para la población nacional. El estudio realizado en la cohorte de embarazadas CHIMINCs II mostró que la iniciación oportuna de la suplementación de Ácido Fólico, hierro y Vitamina D fue baja y las dosis no se alinearon con las recomendaciones. Por lo anterior, es importante fortalecer la adhesión y la calidad de los programas de suplementación de micronutrientes ofrecidos a través de la atención primaria de salud pública para beneficiar especialmente a las mujeres más vulnerables. (Fuente).

  • La evidencia sugiere que la combinación de intervenciones orientadas a mejorar el estilo de vida junto con la suplementación de ácidos grasos poliinsaturados omega-3 (DHA) podría tener un efecto sinérgico en la salud de las madres y sus recién nacidos/as. En el estudio realizado en embarazadas de la cohorte MIGHT, se probó esta idea dividendo a las participantes en 4 grupos que recibieron diferentes cantidades de DHA y consejería nutricional, para luego evaluar si existían diferencias en la aparición de diabetes gestacional, y de macrosomía y resistencia a la insulina en los/as recién nacidos/as, entre los grupos. Si bien no existieron diferencias entre las participantes de diferentes grupos, sí se registraron concentraciones menores de glucosa en las muestras de sangre del cordón umbilical en aquellas que siguieron el plan de suplementación indicada. (Fuente).

  • Algunas intervenciones durante el embarazo han mostrado ser efectivas para reducir la ganancia de peso durante el embarazo, sin embargo a menudo resulta difícil implementarlas en la atención primaria de salud. En el estudio de CHIMINCs I, se evaluó una intervención nutricional en 12 centros de salud nacionales, comparando su efectividad con la atención habitual en mujeres embarazadas. La intervención incluyó capacitación del personal de salud, asesoramiento nutricional y programas de actividad física. Se encontró que esta intervención redujo el aumento de peso durante el embarazo, especialmente en mujeres con obesidad al inicio. No hubo diferencias significativas en el control glicémico o los resultados neonatales entre los grupos. Los resultados sugieren que esta intervención puede ser eficaz y viable para una implementación a gran escala. (Fuente).

Ventanas Críticas del Desarrollo: Adolescencia

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  • La presencia de obesidad antes de la pubertad, está asociada a una pubertad temprana. Dado que no está claro cuándo comienza esta asociación o cuáles son sus características, se realizó un estudio en la cohorte ECO para evaluar la asociación entre los diferentes marcadores de la obesidad (peso, altura, circunferencia de cintura, pliegues, e IMC o  Índice de Masa Corporal) durante la infancia y el momento de los diferentes hitos de la pubertad (telarquia, pubarquia, menarquia, y velocidad de altura máxima) en las niñas de la cohorte. Para esto, se consideraron datos recolectados sistemáticamente cada 6 meses desde el 2006 y se descubrió que a mayor circunferencia de cintura, % de masa grasa e Índice de Masa Grasa, más temprana era la edad de ingreso a los 4 hitos de la pubertad. Sin embargo, el efecto del IMC fue menos consistente. (Fuente).

  • El desarrollo de la pubertad está mediado por diferentes interacciones neuroendocrinas. Entre ellas, la hormona IGF-1 regula cómo actúa la hormona del crecimiento en el cuerpo, siendo relevantes para el crecimiento normal de los tejidos y los huesos. Sin embargo, no se ha estudiado su interacción con la edad de la pubertad en ambos sexos. El estudio realizado en participantes de la cohorte ECO, buscó determinar la relación entre altas concentraciones de IGF-1 antes de la pubertad con los hitos de telarquia y menarquia en niñas, y de gonadarquia en niños. Los resultados mostraron que la presencia de altos niveles de la hormona estuvo fuertemente relacionado con edades más tempranas de pubertad, pero sus efectos aún deben ser estudiados. (Fuente).

  • Las cifras de obesidad infantil en Chile han ido en aumento en las últimas décadas y los efectos en la salud de niños y niñas debe ser estudiada. En un estudio realizado en la cohorte ECO, se evaluó el impacto de la ganancia o mantención de peso excesivo durante un periodo de 3 años, desde los 4 a los 7 años, en comparación con aquellos que mantuvieron un peso normal. Para esto, se evaluaron el IMC, % de masa grasa, circunferencia de cintura, relación entre la medida de cintura y caderas, relación entre la cintura y la altura, y masa grasa en la zona del tronco. Además se realizaron mediciones en sangre de glucosa, insulina, triglicéridos, colesterol total, LDL, HDL  y el índice de riesgo metabólico. Los resultados mostraron que los niños que mantuvieron un exceso de peso, aumentaron significativamente el riesgo cardiovascular a partir de las mediciones sanguíneas, al igual que desbalances metabólicos que podrían mantenerse y aumentar en la edad adulta (Fuente).

  • Entre el primer año de vida y hasta los 5 años, se produce una baja en el IMC para luego aumentar desde los 6 años. A este aumento se le denomina rebote adiposo. El rebote adiposo temprano (antes de los 5 años) ha sido constantemente asociado con el riesgo de obesidad, pero su relación con los efectos en el metabolismo no está tan clara. El objetivo del estudio realizado en la cohorte ECO, fue evaluar la asociación entre el tiempo del rebote adiposo y el estado del metabolismo de niños y niñas a los 7 años de edad. Los resultados mostraron que 44% de los/as niños/as tuvieron un rebote adiposo temprano, el que a su vez, estuvo relacionado con un mayor riesgo metabólico reflejado en mayor circunferencia de cintura, glucosa elevada, resistencia a la insulina y triglicéridos altos.  Esta asociación se explica principalmente por el aumento de masa grasa, pero también influyen una disfunción en el tejido graso y un crecimiento óseo acelerado. (Fuente).

Cánceres Asociados a la Nutrición

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  • Los fitoestrógenos son sustancias presentes en algunos vegetales y que se comportan similar a los estrógenos que produce el cuerpo humano. Estudios recientes han mostrado una asociación entre el alto consumo de fitoestrógenos y una disminución en el riesgo de desarrollar cáncer de mamas. Al mismo tiempo, la densidad mamaria es un fuerte predictor de cáncer de mamas. En este estudio realizado en las adolescentes de la cohorte ECO, se buscó evaluar la asociación entre el consumo habitual de algunos tipos de fitoestrógenos como isoflavonas y lignanos durante la pubertad y hasta 2 años luego de ocurrida la menarquia, con la composición mamaria al final de la pubertad. Si bien el consumo de fitoestrógenos es bajo en poblaciones occidentales, las niñas que tuvieron un mayor consumo de éstos durante la pubertad, tuvieron una densidad mamaria significativamente más baja, teniendo un efecto potencialmente protector ante el cáncer de mama  en la adultez (Fuente).

  • El consumo frecuente de bebidas azucaradas ha sido asociado con marcadores indirectos de riesgo de cáncer, tales como el aumento de peso en adolescentes y menarquia prematura. Sin embargo, la forma en que la ingesta de estas bebidas afecta la composición mamaria en niñas adolescentes, no ha sido estudiada. En un estudio realizado en adolescentes de la cohorte ECO, se evaluó el consumo declarado de bebidas azucaradas y la densidad mamaria usando el DXA. Los análisis no mostraron evidencia que el consumo de estas bebidas tuviera efectos directos en la densidad mamaria durante la adolescencia, lo que puede sugerir que hay otros factores interviniendo además del consumo de estos productos (Fuente).

  • La inflamación sistémica puede jugar un rol importante en la composición mamaria y por ende, tener un papel en el riesgo de cáncer. En este sentido, la pubertad es una ventana crítica donde el tejido mamario es más o menos susceptible tanto para factores ambientales como biológicos. Para comprender mejor cómo la inflamación incide en este ámbito, se realizó un estudio en niñas de la cohorte ECO, donde se midieron marcadores inflamatorios (Interleuquina-6 (IL-6), factor 2 de necrosis tumoral (TNFR2), y proteína C-reactiva (CRP)) en tanner 2, y la densidad mamaria en tanner 4. Los análisis mostraron que la inflamación sistémica durante la pubertad no estuvo asociada con la composición mamaria (ni en volumen ni en densidad) cuando las niñas habían finalizado su desarrollo mamario. Sin embargo, sí se observó que el marcador de inflamación IL-6 y CRP, podrían afectar el momento de la menarquia. (Fuente).

  • La exposición prolongada a químicos ambientales dañinos o disruptores endocrinos, eventualmente puede incidir en la aparición de cáncer de mama. En esta interacción, hay ciertas etapas de la vida de las mujeres en donde los efectos de estos químicos son más potentes, tales como en el embarazo, pubertad y menopausia. Es en estas etapas donde ocurren cambios significativos en la estructura de las mamas y las hormonas, siendo relevante entender estos mecanismos y cómo interactúan con el ambiente. Las niñas de la cohorte ECO fueron parte de un estudio más grande (BCERP) financiado por el National Institutes of Health (NIH), enfocado en recopilar información desde la población para evaluar las asociaciones entre el riesgo de cáncer de mamas y tipos particulares de disruptores endocrinos. El estudio mostró la importancia de elaborar recomendaciones de prevención que integren las diferentes aristas que inciden en la aparición de cáncer de mamas no solo desde los mecanismos biológicos, sino que también desde cómo afecta el ambiente en donde vivimos (Fuente).