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Tres investigadores chilenos de la Universidad de California, Berkeley, analizaron los efectos en el consumo de las personas en los tres primeros años de la norma.
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También reveló que en las empresas redujeron los índices de los nutrientes y los precios aumentaron hasta un 5,5% en productos sin sellos.
Nota publicada originalmente el domingo 26/02/2023 en el medio Cooperativa.cl.
Un grupo de académicos chilenos de la Universidad de California en Berkeley realizó un estudio sobre los efectos de la Ley de Etiquetado de Alimentos en los tres primeros años desde su implementación, que resultó un cambio en los consumidores.
La ley fue aplicada en 2016 con el objetivo de combatir los índices de obesidad en el país y facilitar el acceso a la información sobre la composición de los alimentos. Se obligó a poner sellos de “Alto en” a productos envasados que sobrepasaran los niveles máximos fijados de nutrientes como sodio, azúcar, grasas saturadas y calorías.
Según informó El Mercurio, el estudio analizó los datos de compras de las personas –obtenidos gracias a un acuerdo con Walmart– desde el 2015, un año antes que se implementara la ley, hasta el 2018. Información sobre precios, cantidades y datos demográficos de los consumidores como sexo, edad e ingresos.
El análisis concluyó que en los primeros tres años la compra de azúcares disminuyó en 9% y la reducción de calorías fue de un 7%.
“Abordamos la cantidad de azúcares y calorías que la gente compra, porque es difícil saber cuánto se termina consumiendo. (El resultado) está dado por una mezcla de consumidores eligiendo productos diferentes a los que compraban antes”, explicó Nano Barahona, docente en Berkeley y uno de los investigadores.
“Incluso los consumidores que siguieron comprando lo mismo, en mucho de esos productos redujeron la cantidad de azúcares y calorías por decisión de los fabricantes. Esos dos efectos hacen que la reducción sea tan grande“, profundizó.
CONCLUSIONES DEL ESTUDIO
El académico explicó que se encontraron tres conclusiones del tema: Las personas prefieren comprar productos sin sello; el etiquetado cambia a la gente hacia productos más sanos cuando está desinformada, es decir, productos que creían sanos bajaron sus ventas al recibir etiquetado, y las empresas redujeron la cantidad de los nutrientes para poder evitar recibir un sello.
Según el estudio, la concentración calórica en los cereales se redujo en 10,8 calorías por 100 gramos y en los azúcares bajó de 21,54 a 19,06 gramos por 100 gramos.
Jaime Burrows, exsubsecretario de Salud Pública en el periodo que se implementó la norma, sostuvo que “el etiquetado ha tenido un impacto positivo en cambiar el comportamiento de la gente hacia los alimentos”.
Asimismo, Cristóbal Cuadrado, subsecretario de Salud Pública, dijo para El Mercurio que los datos del Minsal muestran que un 48,1% de las personas “compara la presencia de sellos a la hora de comprar y (de ellos) el 79,1% indican que influye en su compra”.
“El sistema de advertencia frontal utilizado en Chile es recomendado por la Organización Panamericana de la Salud y lo han seguido seis países en la región“, dijo Cuadrado.
La investigación también reveló que los productos sin sellos aumentaron su precio en un 5,5%. Lo que podría explicarse porque las empresas elevaron los márgenes comerciales en este tipo de productos, que enfrentan una mayor demanda y un incremento en los costos de producción, debido a la reformulación.
“HAY UN PROBLEMA DE FISCALIZACIÓN”
Por su parte, uno de los impulsores de la ley junto al médico Ricardo Uauy, el exsenador Guido Girardi, avirtió que la legislación “no se está cumpliendo a cabalidad, hay un problema de fiscalización”.
“El otro tema que es muy importante es la educación. Nosotros al inicio hicimos educación con niños y niñas, sobre todo en los jardines infantiles, donde los niños jugaban a decir: ‘este alimento es más sano, este, no'”, recordó.
“Otro de los temas que está pendiente es aplicar impuestos a los alimentos con sellos. Uno de los estudios más importantes que se ha hecho con los principales especialistas chilenos que demuestra que aplicar impuestos a alimentos que tienen sellos de alto en grasa, sal y azúcar, podría disminuir todos los nuevos casos de diabetes en un 60%, se evitaría en cerca de 50% los casos de hipertensión y en más de 40% todos los nuevos casos de infarto al cerebro y corazón”, complementó.
CAUTELA SOBRE EDULCORANTES, USADO PARA SUSTITUIR AL AZÚCAR
Respecto a efectos negativos que surgieron tras esta normativa, el Centro de Investigación en Ambientes Alimentarios y prevención de enfermedades asociadas a la Nutrición (CIAPEC), perteneciente al INTA de la Universidad de Chile, observó que la Ley de Sellos aumentó la presencia de edulcorantes no calóricos como el aspartamo y la estevia para reemplazar el dulzor del azúcar.
Al respecto, la doctora Camila Corvalán, directora del Ciapec, expuso que “los edulcorantes no calóricos son alternativas a las azucares, pero sin el mismo contenido de calorías”.
“Sin embargo, hoy está en discusión qué es lo que podría ocurrir en relación con el consumo exagerado de estos edulcorantes, particularmente de nuevo en grupos vulnerables como embarazadas o niños, lo que lleva a tener algún grado de cautela”, puntualizó.
Esta publicación se llevó a cabo en medio de la evaluación que está haciendo el Ministerio de Hacienda sobre crear un impuesto especial a las bebidas azucaradas, en el marco de los llamados “impuestos saludables”.